dimarts, 31 de març del 2009

La ruïna d’un poble

L’amic del Sindicat Sepukku ens va fer arribar uns interessantíssims documents de l’Hemeroteca de la Vanguardia, Barcelona, un dels quals vos transcrivim a continuació. L’article és una alliçonadora visió del que en aquells moments era Felanitx, un punt de vista d’un extern i que, en opinió nostra, podria extrapolar-se perfectament a l’actualitat on, encara que més avançats en tecnologia, la nostra societat enlloc d’evolucionar, en molts d’aspectes més aviat ha involucionat.
Ens situam; finals del segle XIX, uns anys en què el cultiu de la vinya havia estat el recurs més profitós de la nostra vila, la principal font d’ingressos i dedicació de la majoria de famílies felanitxeres, el motor de l’evolució al poble.
L’article, publicat al número 4.100 de l’esmentada edició, i que fa referència a un altre que es va publicar a la premsa local “El Felanigense”, cita Felanitx, que en aquells moments ja tenia 13.000 habitants, com “aquella importante ciudad mallorquina”, i enalteix l’entuassiasme amb què els felanitxers i felanitxeres es dedicaren a aquest quefer, el cultiu de la vinya per a produir vi, principalment negre. Entussiasme que duguè, entre altres coses, a condicionar el Port i a dotar-lo de les infraestructures necessàries per tal d’estar a l’alçada de els circumstàncies de la producció vinícola del moment. Felanitx va rebre el títol de Ciutat, pujà la categoria de la Duana, es va instal·lar un telègraf, i “muy pronto tuvo ensanche y tiendas lujosas y excelentes casinos, cafés y teatro...
La producció però, va patir alts i baixos degut a diverses plagues fins a finals del segle XIX, que la vinya experimentà un enorme creixement a causa de la demanda francesa. La fil·loxera var destruir les plantacions franceses i el 1882 se signà un tractat comercial entre França i Espanya que afavorí l'exportació dels vins espanyols. Aquesta expansió va tenir un caràcter especulatiu i va donar més importància a la quantitat que a la qualitat. El 1891 hi havia a Mallorca 30.000 hectàrees de vinya sembrada, la major extensió que mai hi ha hagut.
L'aparició de la fil·loxera, aquest mateix any provocà la desaparició de tota la vinya de Mallorca, que provocà una forta crisi econòmica. Molts de pagesos, jornalers i petits propietaris varen haver d'emigrar, sobretot a Cuba, Puerto Rico, l'Argentina i Algèria. La solució a la plaga de la fil·loxera fou replantar la vinya amb ceps americans, més resistents. Malgrat això a moltes zones se sembraren altres conreus de cereals i ametllers. La fil·loxera va posar en evidència la manca de previsió d'un sector que no estava preparat per competir en un mercat d'àmbit mundial. També els bancs ofegaven amb els crèdits, i el sistema econòmic no protegia els negocis ni els comerciants. A més el 1892, França havia imposat mesures aranzelàries que perjudicaven les exportacions mallorquines.

Curiosament, l’autor, que al final de l’escrit deixa clar que no ha exagerat ni maquillat la situació, fa referència al que molts anomenen amb resignació el caràcter felanitxer... davant aquesta catàstrofe, enlloc de fer-se més forta la postura davant la crisi econòmica i laboral, enlloc de fer-ne front de manera activa i conjunta, l’actitud seguia sent individualista i passiva (com diu al principi “cierta fatalista indiferencia”); l’autor fa una crítica a aquesta passivitat dels felanitxers, intel·ligents però poc previsors, que en lloc d’agrupar-se i juntar forces, esperaven que el problema es resolgués per ell mateix, o senzillament, tot acabàs en una definitiva i total misèria....
Com una premonició, l’article podria tractar-se d’una descripció actual del que ha acabat sent la crisi i decadència del patrimoni arquitectònic i cultural del nostre poble. Llegiu-lo i digau-nos...no vos sembla que estiguin parlant del que passa encara ara a Felanitx...?

Salut i pau.

Imatges de l'arxiu de la Fundació Cosme Bauçà

LA VANGUARDIA
Ultimas noticias y telegramas de la madrugada, Barcelona.
Sábado 29 de septiembre 1894.

La ruina de un pueblo

En un periódico de la vecina isla de Mallorca, El Felanigense, hemos leído un artículo escrito con motivo de una feria celebrada en Felanitx, dando cuenta del estado de postración y de la miseria a que han llevado a este pueblo, antes uno de los más prósperos y florescientes, la ruptura de las relaciones comerciales con Francia, la invasión de la filoxera, el abuso del crédito y otras causas menos importantes y consecuencias de las expresadas, como el panico y cierta fatalista indiferencia.
Uno de nuestros redactores, que tuvo ocasión de visitar recientemente aquella importante ciudad mollorquina, pudo convencerse sobre el terreno de que su situación angustiosa enseña provechosas enseñanzas que conviene divulgar.
Felanitx, población de unas trece mil almas, asentada en la parte llana de la isla hermana, al sur, tiene una gran extensión de terreno apropiadísimo para la vid. Sus habitantes, con su perspicacia y gracias también a las linsojeras esperanzas que les infundieron algunos franceses comerciantes de vinos, comprendieron cuál útil y provechoso les sería poblar sus campos de viñedo. Y seguidamente empezaron a sembrar cepas de las que dan vino tinto abundante, aunque de escasa graduación; algunos, imprevisores, hasta talaron la arboleda para dedicar sus tierras al cultivo que por de pronto daba más rendimientos; algunas cosechas abundantísimas avivaron la fe y el entusiasmo; todas las fincas triplicaron su valor; se fundó un banco agrícola; los de la capital establecieron allí sucursales; todos los agicultores apelaron al crédito para sembrar viñedos o renovar o mejorar los que ya tenían; se consiguió del Gobierno la limpia del puerto, se construyeron en él grandes almacenes, se compraron buques para el transporte; varios de los emprendedores hijos de aquel pueblo marcharon a Cette estableciendo casas de comisión y consignación, subió de categoria la Aduana, se instaló un telégrafo, se dio a Felanitx el título de ciudad, muy pronto tuvo ensanche y tiendas lujosas y excelentes casinos, cafés y teatro, verificándose en menos de dos lustros una transformación completa de aquel pueblo.
Pero sus hijos, inteligentes, activos y emprendedores, no cuentan entre las cualidades de su carácter, la previsión como una de las principales. Olvidaron la contingencia de aquellas grandezas y explendores; no se acordaron lo suficiente de que se repoblaban los viñedos franceses, que de pronto experaría el tratado mercantil y, por otra parte, abusaron algun tanto del crédito.Acostumbrados además al individualismo en su acción, ni se acordaron de fundar asociaciones para suplir los defectos de la iniciativa particular ni, cuando empezó la decadencia, sintieron el deseo de mancomunarse para resistir o para lograr concesiones de los gobiernos, achaque común este a casi todas las regiones agrícolas de España.
Y a un tiempo mismo, como si violentamente s hubiesen roto los frenos que contenían en el estado normal a aquella población, cesaron las relaciones comerciales con la vecina República, se tuvo noticia de haber sido invadidos los viñedos mallorquines por la filoxera y el escándalo de algunas quiebras vinieron a extender el pánico por entre aquellos felices y descuidados campesinos. ¿Qué hacer? Lo lógico, lo natural era buscar la fuerza en la unión; asociarse o, por lo menos reunirse, para acordar una acción colectiva contra las desdichas que les amenazaban, implorando protección al Gobierno o buscando por medios más directos el modo de evitar la ruina.
Y sin embargo el atomismo està allí tan desarollado, la confianza en las fuerzas individuales son tan grandes, que todos permanecieron en sus casas, sin quejarse siquiera, esperando con fatalismo musulmán que las cosas mejoraran ó que se presentara de un modo definitivo la ruina y la miseria.

El Felanigense clamó algunas veces contra esta indiferencia, suplicó a los diputados por Mallorca, confió en la generosidad de personas ilustres en la política, pero todo ha sido en vano; las promesas relativas a la protección á los vinos han quedado sin cumplir; la fabricación de alcoholes, última esperanza de aquellos cuitados vinicultores, fue aniquilada por las patentes, la marxa progresiva de la filoxera convirtió el miedo en terror, y el Fisco empezó a arrebatar las fincas de los que no podían satisfacer la contribución.
Los bancos quisieron exigir los capitales prestados y oscilaron; las tierras y los edificios habían perdido dos tercios de su valor, y cuando se exigía el crédito se presentaban otros acreedores con títulos iguales, y declarado el concurso, no se podía hacer efectivo todo el capital. Había quien por créditos directos o fianzas o segundas firmas debía dos tercios del valor de sus propiedades, calculado este valor dos años antes, y el doble de su valor conforme conforme a los precios actuales.
En su indiferencia, muchos se olvidaron de sulfatar y azufrar las viñas para prevenir el oidium y el mildew, y la cosecha no dio en general los rendimientos necesarios para sufragar los gastos.
Desaparecieron de Cette las casas de comercio establecidas por felanigenses, se vendieron los buques destinados al transporte de vinos, fueron abandonados los almacenes del puerto, disminuyeron los salarios braceros, como la propiedad, en dos tercios, y se arruinaron algunos comerciantes, provocando un espanto indecible, y la paralización de todos los trabajos aplazables, con grande zozoba y menestrales y obreros.
Y lo peor es que esa situación se agrava por momentos, y que ya se ha perdido la confianza en los representantes del país y en el Gobierno, y que el Fisco se muestra implacable con los que no pueden satisfacer sus correspondientes tributos y que el mal se extiende por los demás pueblos de la isla, que ya empiezan a sentir los terribles efectos de la miseria y el terror.
Y no se crea que hay exageración en la pintura, hemos procurado la sencillez y el matiz pálido de la descripción, para que no pudiese sospecahrse que que suplíamos con el colorido la falta de realidad. Otras muchas regiones vinícolas hay en España que se encuentran si no en iguales, muy parecidas circustancias. El mal es gravísimo y difícil de remediar. Los pueblos que, como los del llano de la vecina isla y algunos de Cataluña, elaboran vino de escasa garduación que vendían a Francia para base de sus coupages, difícilmente encontrarán otra solución que la de fabricar alcohol, pero si el Gobierno ahoga esta producción con excesivos tributos, sucumbirán probablemente, como como ha sucumbido la ciudad de Felanitx.

dimecres, 11 de març del 2009

La locomotora del tren bocoier

Una de les imatges més simbòliques relacionades amb el Sindicat és aquesta, la qual n'Andreu Manresa ens fa arribar i ens explica el següent:

Es tracta d'una postal de la locomotora del tren bocoier. Es deia FELANITX i fins l'any 1957 era sencera. Pertanyia als FF CC de Mallorca. Ample de via 915. Construïda per Nasmyth Wilson el 1876, nº de fàbrica 189. La propietat de la postal és del coleccionista Xisco Pol.

dilluns, 9 de març del 2009

El Celler Cooperatiu de Felanitx 1927

En Joan Aznar ens ha passat aquest video que va publicar el Centre Cultural de Felanitx fa uns quants anys. El video es titula El Celler Cooperatiu de Felanitx i no necessita comentaris.

El video digital te molt mala qualitat perque esta gravat des de la televisió, una mica retocat en sepia per apagar els contrasts i defectes de la televisió i una música un poc més animada que la original.

Si algú pot penjar al youtube el video original l'hi agrairem...

Escenaris del film

Breu recorregut fotogràfic als escenaris del film en l'actualitat:



Sala de prenses

Bodega i tines

"Bocoyes"

Estació del "tren bocoyero"

dijous, 5 de març del 2009

Fundació de la Cooperativa

A finals del segle XIX la vida econòmica de Felanitx era envejable, i la nostra principal riquesa, la vinya.

Però just quan es donava el període de màxima esplendor d’aquest cultiu i la producció de vi (1865-1890) aparegué a Mallorca la fil·loxera, era l’any 1891.

Aquesta plaga va tenir un efecte fulminat per a les vinyes de l’Illa, que no es començaren a recuperar fins a principis del segle XX, lentament i replantant ceps d’orígen americà, que va ser especialment important a Felanitx.
El desatre que suposà la fil·loxera no desanimà als viticultors de la comarca, molts d’ells pagesos que no tenien celler propi i havien de malvendre la seva producció, i que amb l’esperit o la necessitat associacionista, fundaren la Cooperativa de Felanitx.

Es començà a construir l’any 1919 i al 1921 ja estava en funcionament.

El diumenge 12 d’octubre de 1919 es reuniren al saló de la caixa rural els viticultors que prèviament s’havien inscrit per formar part del sindicat. Diuen que l’ambient fou molt animat.
Una vegada tancada la llista dels socis fundadors, es va elegir la “Junta Directiva Provisional”:
President:D. Bartomeu Vaquer Veny.
Vicespresident: D Miquel Caldentey Talladas
Vocal primer: D Mateu Ferrer Barceló
Vocal segon: D. Francesc Oliver Ramon.
Secretari i Tresorer: D. Guillem Perlló Santandreu.

La constitució legal i definitiva es realitzarà l’1 de novembre, a una reunió celebrada a la Caixa Rural, carrer d’es Call nº 3, a la qual hi prengueren part, a més dels cinc membres de la Junta:
D. Juan Pou Vilà.
D. Joan Rosselló.
D. Miquel Obrador
D. Cosme Sagrera.

Tots firmaren la primera acta, a la qual hi constava:
1er. L’aprovació, per unanimitat, dels estatuts de las Cooperativa.
2on. La constitució definitiva del Sindicat Agrícola, amb el nom de “Celler Cooperativa de Felanitx”.
3er. L’acord de presentar els esmentat estatuts o “Reglamento de Gobierno Civil de la Provincia” per a la inscripció legal.
4rt. El nomenament de les persones que havien de formar la Junta Directiva o Consell d’Administració, les quals foren les cinc mateixes la elegides el 12 d’octubre.

La inscripció al Govern Civil tingué lloc dia 7 de novembre.